Así culmina el trabajo de estudio, restauración y puesta en valor de la ermita y de los bienes muebles de su interior, que ha realizado el CAEM.
En el término municipal de Ponts, puede encontrarse un hermoso complejo propiedad de la Comunitat de Regants del Canal d’Urgell, que guarda una pequeña ermita dedicada a San Isidro Labrador. Una esvelta construcción ideada por un gran discípulo de Antonio Gaudí: Isidre Puig i Boada (Barcelona 1891-1987).
La dirección de la Comunitat de Regants ha querido estudiar, preservar y poner en valor este pedacito de patrimonio que guarda. Y el CAEM ha sido clave en esta labor. Hemos estudiado la ermita, además de diversos bienes muebles que custodia en su interior: un sagrario de finales del siglo XIX o principios del siglo XX, un óleo de un Cristo crucificado del siglo XIX, una escultura de San Isidro Labrador de la escuela de Olot, y unos hermosos lampadarios de época. Algunos de los bienes, además de ser estudiados han sido restaurados bajo la supervisión del centro, restituyéndolos y ayudando así a su conservación.
También, desde el CAEM se ha coordinado la musealización del espacio para su puesta en valor, ideando y colocando diversos paneles expositivos, además de la colocación de una mampara de protección para la crucifixión, que puede contemplarse en la misma hornacina en la que se encontraba anteriormente, pero ahora minimizando los riesgos de deterioro, y la nueva iluminación que ayuda a que se aprecie la obra en todo su esplendor.
En definitiva, se trata de un trabajo integral, que ha culminado con una conferencia el día de la inauguración de la ermita como un espacio musealizado: el día de San Isidro Labrador (el pasado 14 de mayo), durante la fiesta de congregación que la Comunitat de Regants celebra ese día.