La obra lleva por título los Archivos de Alvise Contarini. Una perfecta y afortunada mezcla de ensayo y selecta ficción, cuyo vibrante hilo conductor está protagonizado, por la música y la pintura veneciana de los siglos XV al XVIII.
Sorprende, por ejemplo, en uno de sus capítulos, el vivo coloquio visivo que el autor construye para relacionar e identificar el posible rostro del cardenal Bessarion, la atenta percepción y vivencia de la felicidad por parte de un San Agustín que avanza decidido e imparable por la senda de la virtud, y el penetrante arrojo plástico de Carpaccio, quien, tras leer y ahondar en la comprensión de las Confessiones del santo de Hipona, pinta el pensar de una teología convencida o convincente que ya no teme las acechanzas del mal mundano. Todo en este libro se amalgama en lo que con justicia podemos considerar una apasionante historia de música, museología, astrolabios y leyendas venecianas, escrita con la enjundia creativa de unos de los mejores escritores, singulares donde los haya, del extraviado panorama literario de nuestro país.