La obra está firmada SUAREZ, y representa un hermoso San Miguel Arcángel venciendo al demonio.
Suárez se formó con el pintor de cámara de Felipe III, Bartolomé Carducho (Florencia, h. 1560 – Madrid, 1608), uno de los mejores maestros presentes en la España de finales del siglo XVI. Instalado en Murcia a partir de los primeros años del siglo XVII, Suárez entró en el círculo artístico más granado de la ciudad, junto a Cristóbal de Acebedo y Juan de Alvarado con quien se emparentó casándose con su sobrina Juana de Castro en 1627.
A pesar del escaso conocimiento de la obra de Suárez, su virtuosismo pictórico queda reflejado en sus pocos lienzos conservados, destacando San Ramón Nonato cuando le fue puesto el candado en la boca por los moros argelinos (Iglesia de La Merced, Murcia), Comunión de San Ramón Nonato administrada por Jesucristo (Iglesia de La Merced, Murcia), o Frailes mercedarios sentados a la mesa en el refectorio (Palacio Episcopal de Murcia). El Museo de Bellas Artes de Murcia conserva una Aparición de la Virgen con Jesús Niño a San Félix de Cantalicio, y una atractiva Epifanía, también firmada, se encuentra en el Museo Diocesano de Arte Sacro de Orihuela (Alicante).
Nuestro Arcángel luce una poderosa armadura de inspiración clásica, con sandalias y las piernas desnudas. Este tipo de representación es la propia del barroco, siendo análoga a otros muchos ejemplos que florecieron en la Europa de los s. XVI y XVII. En su escudo se lee la máxima latina ¿Quis ut Deus? (“¿Quién como Dios?”), traducción del significado de Miguel en hebreo que proviene de la función del Arcángel como Príncipe de la Milicia Celestial, según el libro del Apocalipsis.
Ya en 1923 D. Elías Tormo aseveró que la obra de Suárez proclama la excelencia de la pintura barroca murciana.
Nuestro San Miguel pertenece a una colección particular catalana. Su amplio estudio ha sido desarrollado por los investigadores del CAEM Marc Borrás y Alegria Bigorra, bajo la dirección científica de Ximo Company.